Casi todas las mañanas cuando vamos a
sacarlo de su cuna, Dani nos recibe con una sonrisa, lo que inmediatamente le
alegra el día a cualquiera.
Esto no quiere decir que nunca se enoje Daniel es
como cualquier bebé llora, se queja y se enoja (vaya que lo hace) si no le
cambias pronto su pañal, cuando tiene frio, sueño y sobre todo cuando tiene
hambre.
Pero 90% del tiempo Daniel es la persona más sonriente que jamás
haya conocido y tiene la habilidad de transmitir ese efecto en los demás, (apuesto a que usted está sonriéndo mientras mira éstas fotos) quienes
automáticamente sonríen al verlo. Inclusive durante el funeral de su bisabuelito
él cambió lágrimas por sonrisas entre los presentes.
Cuando nació lo llamé mi
"bebé sol" porque el realmente irradia una luz
especial, que hace que todo el mundo desee alzarlo (cargarlo) o tocarlo.
Aún estando enfermito del estomago, lloraba y sonreía, se quejaba y volvía a sonreír.
Pareciera que ese cromosoma extra, le da extra felicidad.
Las fotos que les comparto no me dejan mentir.
Daniel trajo a nuestras
vidas una cuota ilimitada de sonrisas garantizadas no solo a nosotros, sino a
todos nuestros familiares y amigos.
Mi bebe sol, es el consentido de la familia, nuestro principito, angelito, chino hermoso, coquito de miel.
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